viernes, 10 de agosto de 2007

El desgaste físico.


Nunca pude percatarme del enorme desgaste físico que me produjo tantos años fumándome un paquete y media al día. La costumbre puso un velo ante mis ojos de tal magnitud que no fui capaz de darme cuenta del enorme deterioro físico que produjo en mi el tabaco durante tantos años. Fue necesario abandonar el sucio vicio para quedarme pasmado ante la diferencia; como si alguien hiciese desaparecer de mis ojos unas gafas oscuras, pude ver con claridad que mi piel era gris, los poros de mi piel infectos agujeros que emanaban sustancias nocivas, mi aliento apestoso, el olor de mi ropa recordaba a chimeneas donde se tostaban frutos secos, y mi vitalidad física lamentable, no podía andar sin fatigarme y toser como un anciano. ¡Y no me paré a pensarlo en tantos años!, ¿¡Cómo una persona puede degradarse tanto día a día sin ni tan siquiera planteárselo!?, ¡aunque fuera por orgullo o amor propio!.

Poco antes de abandonar el tabaco, recuerdo mis experiencias en el deporte de contacto, donde no recuerdo un solo día que no acabase reventado tosiendo como un enfermo terminal. Aquí sentí auténtica vergüenza. Sentí que era una falta de respeto para mis compañeros estar ante ellos en tal estado de podredumbre física.

Pero como digo, usted nunca será completamente consciente de su deterioro físico mientras sea fumador. Debe de abandonarlo para poder sentir lo que deja atrás. Si pudiera explicarle cuanta libertad se experimenta al abandonarlo sería mucho más fácil conseguir nuestro objetivo. Admítalo, usted tiene un yelmo en su cabeza que le impide sentir su propia degeneración.

Las primeras sensaciones físicas que sentí al dejar el tabaco fueron realmente psicotrópicas; el cerebro comienza a recibir oxigeno de un modo más fluido, y el organismo, todavía falto de costumbre le proporcionará experiencias realmente trípicas. Sin hablar de su capacidad intelectual, que aumentará vertiginosamente durante la primera semana. También cabe mencionar el entusiasmo y las ganas que tendrá de correr y saltar por los caminos que antes andaba con pasos de anciano.

Para explicarle mejor este cambio, imagine que jubila su viejo Opel Corsa a cambio de un Porsche. Ambos autos son usted, su organismo. Abandonando el tabaco duplicará su capacidad física y su autoestima.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Llevo dos d�as sin fumar y me siento liberada!!!!!!!!!!! Estoy un poco mareada, pero creo que es por la gran cantidad de oxigeno que est� recibiendo mi cuerpo.

Si en lugar de pensar que nos privamos de algo enfretamos el mono como un proceso de liberaci�n, os aseguro (y s�lo hace dos dias que no fumo) que hasta lo difrutar�is.

No es que no piense en fumar, pero cada vez que mi subconsciente me traiciona pensando FUMA!, recuerdo lo bien que me siento desde que no fumo, lo que me cost� tomar la decisi�n y lo contenta que estoy de haberla llevada a cabo.

Empieza mi guerra antitabaco contra la esclavitud del cigarrillo, as� que preparaos!!

Realmente, es la mejor decisi�n que he tomado hasta el momento en toda mi vida!

�nimo a los que no os decidis y est�is mirando este tipo de p�ginas y saludos a los que ya somos no fumadores felices!

SireSire dijo...

Animo en tu decisión y enhorabuena. Ya has dado el primer paso.

Anónimo dijo...

HOLA QUIERO DEJAR DE FUMAR PERO... ESTE PERO ES EL PROBLEMA NO TENGO VOLUNTAD,EN EL 2005 ESTUBE UN AÑO ENTERO SIN FUMAR AL PRINCIPIO ME COSTO MUCHISIMO, Y HOY EN DÍA ME ARREPIENTO DE HABER VUELTO A FUMAR, PUES AHORA NO SE COMO HACERLO, Y TENER LA FUERZA Y CONSTANCIA PARA DEJARLO!!!